Cada vez es más frecuente recibir en primera consulta, personas angustiadas que después de someterse a varias sesiones de depilación facial con láser o luz pulsada, lejos de eliminarles el pelo, este les ha salido mucho más grueso y abundante.
La historia se repite una vez tras otra… Tenía algún pelito suelto en la barbilla… Quería quitarme el pelo de las patillas… Tenía algo de vello fino en los perfiles…
Y lo que, en las dos o tres primeras sesiones parecía ser muy cómodo y estaban muy contentas, hacia la quinta o sexta se torna en una pesadilla. El pelo comienza a salir, mucho más oscuro y mucho más abundante y por una zona mucho más extensa. Esto es lo que llamamos bioestimulación o efecto paradójico. Vamos a ver porqué ocurre y en qué casos…
No todas las mujeres que se hacen láser en la zona facial van a tener una bioestimulación, pero pueden llegar a sufrirlo hasta un 25% de mujeres en los tratamientos faciales, línea alba y en zona del escote. Siendo diversas las causas, muy frecuentemente las personas que lo padecen no están estables hormonalmente, pero lo fundamental y más importante, es que este efecto secundario se puede evitar, “la bioestimulación o efecto paradójico, NO tiene porque producirse”.
Hay unos puntos fundamentales a tener en cuenta a la hora de fotodepilar una zona hormonodependiente:
- El pelo a tratar a de ser suficientemente oscuro y profundo y con una densidad abundante, para no estimular el vello intermedio y el vello fino.
- Una vez eliminado el pelo terminal (no siendo recomendable exceder de cinco sesiones), el pelo estimulado, y si queda algún pelo terminal suelto, deberá pasar a ser eliminado con depilación eléctrica. El vello fino no se elimina con láser ni luz pulsada.
- Los tratamientos de fotodepilación en zonas hormonodependientes, en la mayoría de los casos, serán tratamientos combinados de fotodepilación y depilación eléctrica.
Estas son las reglas básicas y fundamentales para evitar el efecto paradójico.